Familiares y amigos de Hassana relatan a esta Fundación como 2 policías de la Comisaría Central de Dajla, uno de ellos conocido por Abdadim, “les dijeron que se fueran de allí, que estaba detenido”. Y según relatan las mismas fuentes, Hassana ha sufrido durante las horas que lleva en la comisaría Central de Dajla, torturas, al haber sido maniatado, haberle puesto vendas en los ojos, siendo obligado a desnudarse, dejándole en ropa interior y sufriendo golpes y tratos vejatorios por sus captores.
Esta detención es un caso más de la ola de represión y violencia que Marruecos viene llevando a cabo contra la población saharaui en Dajla, al igual que ha sucedido en el resto del territorio ocupado. La impotencia del ocupante de acabar, después de 37 años, con la resistencia a la ocupación y,, desesperadas las autoridades marroquíes de no conseguir su objetivo de aniquilación del sentimiento e identidad saharaui, continúa encarcelando, torturando, a todo aquel que levanta su voz o participa en la expresión colectiva de un pueblo que grita su libertad. Hassana es el último de los cientos de miles de saharauis que pasan por las cárceles marroquíes por su resistencia pacífica a la ocupación.
Pedimos a la Unión Europea que presione a Marruecos para vaciar las cárceles marroquíes y del Sahara Occidental de activistas y defensores de derecho humanos y que presione al reino alauita para que pare el genocidio que viene ejerciendo, desde hace años, en el Sahara Occidental
Fuentes: Comité contra la Tortura de Dajla y CODESA.
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