Los familiares de Saleh Laarosi declararon que su hijo aproximadamente a las 21:10 horas fue perseguido y brutalmente agredido por la policía marroquí concretamente por un grupo denominado "el escuadrón de la muerte" bajo la supervisión del cabo de policía Abdelali Erranchidi (foto), quienes le golpearon salvajemente en la calle hasta que perdió la consciencia, causa por la que tuvo que ser trasladado al Hospital Hassan Ibn al-Mahdi en esa ciudad.
El joven saharaui permaneció inconsciente durante más de 24 horas, una vez en el hospital y mientras que un grupo de oficiales de policía presionaban a su madre para que desistiera de la denuncia que había interpuesto en su contra, el cabo de policía Abdelali Erranchidi irrumpió en la habitación cuestión que fue advertida por algunas mujeres que se encontraban en la puerta y comenzaron a gritar, por lo que desistió del intento y huyó.
La familia sospecha que la simultaneidad en la llegada del grupo de agentes de la policía marroquí para presionar a su madre a que abandonase la denuncia y el intento por parte del otro policía verdugo de entrar en la habitación no es una mera coincidencia.
Como resultado de ello y dado el grave estado de salud del joven saharaui Saleh Laarosi el pasado sábado 23 de abril de 2011 fue trasladado a Casablanca para continuar su tratamiento en un hospital privado.
A pesar de las denuncias interpuestas contra policías, tanto secretas como uniformados, y funcionarios marroquíes que realizan las prácticas de tortura y abuso contra la población civil saharaui, prosiguen las actividades de agresiones, torturas y secuestros llevadas a cabo por el escuadrón de la muerte que atentan contra el derecho a la vida y la integridad física y moral de las personas.
Destacar que en el Aaiun (Sahara Occidental) operan grupos policiales que conforman dos escuadrones de la muerte, el primero coordinado por Mohamed El Hasouni ("Mostach" "El Bigotes) y el segundo bajo la supervisión de Abdelali Erranchidi, cada uno compuesto por entre 8 a 12 personas que intimidan y vigilan los hogares de familias conocidas por sus posiciones sobre la cuestión del Sahara Occidental y a los presos políticos y defensores saharauis en Derechos humanos.
CODESA.
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