Fueron en un principio encerrados por separado en celdas, negándoles todo derecho, negando visitas familiares, sin posibilidad de salir al patio, sin atención médica. Realizaron durante su dentición 9 huelgas de hambre, la más larga de 41 días, son ya 29 las huelga de hambre que Ali Salem ha llevado a cabo durante su actividad a favor de los derechos humanos.
En un primer momento Marruecos afirmó que los juzgaría un tribunal militar, lo que podía suponer incluso pena de muerte. Finalmente esta posibilidad se desechó y tras un año de espera se celebró un juicio, que se convirtió en una arenga a favor del “Sahara marroquí”, debido al clima de tensión que marcó el proceso, fueron objeto tanto ellos como los observadores internacionales y la prensa de agresiones. Al ser puestos en libertad provisional el pasado 14 de abril, completaron 1 año y 7 meses en la cárcel sin haber sido procesados. Ante esta situación Tamek se preguntó “¿Dónde queda lo establecido en el código penal marroquí o la presunción de inocencia?”. Fueron liberados de manera provisional, lo que quiere decir que en cualquier momento están expuestos a ser detenidos nuevamente. En palabras del defensor de DDHH es algo “francamente escandaloso”.
Tamek se hacia eco de las diferentes acusaciones que utiliza Marruecos contra los activistas; a veces se trata de establecer nexos con el terrorismo, o se les acusa de espionaje a favor de Argelia o a favor de España u otros países, siempre bajo una falta total de libertades.
Según Ali Salem Tamek, los hechos de Gdeim Izik fueron una manifestación que se engloba en el proceso de lucha y resistencia de la población saharaui, fue un hecho de enorme envergadura, después de otro hecho muy importante, la huelga de hambre de Aminetu Haidar. De manera gradual ha ido conociendo la opinión pública lo que ocurre en los territorios ocupados, algo que era desconocido por la mayor parte de la población. El campamento fue montado a 18 Km. de El Aaiun, y en él se llegaron a concentrar más de 34.000 personas, perfectamente organizadas. Este campamento se desarrolló durante casi un mes, y en su momento Marruecos trató de calificarlo como manifestaciones normales en un estado de derecho. Pero la postura del ocupante se transformó posteriormente en una represión feroz, y empezó a ser objeto de otro tipo calificaciones, tachándoles incluso de violentos. El impacto de este campamento de reivindicación pacífica ha sido objeto de valoración de personalidades de todo el mundo, como Noam Chomsky, que lo considera la chispa que inició las rebeliones árabes posteriores. Puede ya considerarse como un ejemplo civilizado de cómo desarrollar luchas pacíficas contra un poder determinado.
A raíz de la intervención violenta hubo más de un centenar de presos políticos y actualmente hay 20 presos pendientes de ser juzgados por tribunal militar, además de miles de civiles que sufrieron la intervención violenta de las autoridades marroquíes.
Ali Salem Tamek finalizó lanzando un llamamiento al mundo universitario para que prosigan en sus esfuerzos para que se conozca lo que ocurrió en Gdeim Izik.
En la ronda de preguntas, y al ser cuestionado por la presencia de armas en el campamento y por las cifras ofrecidas por el gobierno marroquí, Tamek afirmó que para hacerse una idea de lo que ocurrió hay que seguir el testimonio de los activistas que han pasado o están en la cárcel a raíz de esos hechos. Lo que pasa en el Sahara Occidental sucede en un espacio de opacidad a raíz del bloqueo del territorio y del bloqueo informativo. De ahí la importancia a visitar el territorio y hacer acciones de protesta. El hecho de que Marruecos se niegue a formar una comisión internacional para que se investiguen los hechos. Los sucesos de Gdeim Izik se desconocen porque no se ha permitido investigar. No se conocen demasiados testimonios por la situación de pánico. Cientos de personas han sido heridas y por miedo no han accedido a hospitales. Se sabe que hay fallecidos entre la población civil saharaui. Tamek aseguró que por la envergadura y ferocidad del levantamiento cabe sospechar que las víctimas sean más. El hecho de que no se preste atención a este tema por parte de la comunidad internacional hace que se presenten incógnitas, ha habido un tratamiento distinto con respecto a otros hechos similares ocurridos en otras partes del mundo. Francia ha logrado en tiempo récord defender en la ONU y la UE la defensa de poblaciones en otras partes del mundo pero en el Sahara Occidental se ha opuesto de manera firme en la ONU a que se apruebe un mecanismo de defensa de los derechos humanos dentro de la MINURSO.
La lucha pasa por distintas etapas, las conferencias sobre violaciones de derechos humanos no son lo único eficaz para la defensa de los mismos; una etapa importante es el desplazamiento de observadores al territorio. Crear un mecanismo para la protección de los derechos humanos puede tener un importante efecto psicológico y ser muy útil, y al generar este mecanismo habría fuentes directas e imparciales de información sobre lo que ocurre.
Sobre el creado Consejo de derechos humanos marroquí, se felicitan de su creación, pero creen que se debe a la actuación y reivindicaciones del movimiento 20 de febrero, situación que ha forzado a Marruecos a asumir una serie de medidas que son operaciones de poco peso. No le ven un efecto directo sobre la situación del Sahara Occidental, es una medida de política interior marroquí. Los derechos humanos en el Sahara deben ser supervisados por la ONU.
Tamek finalizó dirigiendo un mensaje a las nuevas generaciones para proseguir con la lucha pacífica. No es una opción filosófica, esta apuesta por la lucha pacífica forma parte de las tradiciones del pueblo saharaui que reivindica las soluciones pacíficas. En palabras de Tamek, “nuestro triunfo es inevitable porque nuestra lucha es justa”.
Poemario por un Sahara Libre.
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