jueves, 20 de octubre de 2011

La arena del Sahara llena los bolsillos de Marruecos.

ORGANIZACIONES COMO SAHARACCIONES Y EL OBSERVATORIO DE RECURSOS DEL SAHARA OCCIDENTAL DENUNCIAN EL ROBO DE ARENA DE LOS TERRITORIOS OCUPADOS.

A las cinco de la tarde, un grupo de 18 mujeres y hombres, activistas del colectivo SaharAcciones, se echaron al agua en el puerto de Tenerife, el miércoles 5 de octubre, para denunciar la presencia de un barco cargado de arena del Sahara ocupado. La acción estaba prevista desde hacía semanas. Un grupo ‘de agua’ pasó a la acción al tiempo que otro grupo, el ‘de tierra’, apoyaba en el muelle.

Mientras que el buque Dura Bulk, con bandera de Panamá, descargaba toneladas de arena procedente de El Aaiún, en el Sahara bajo control de Marruecos, el ‘grupo de agua’ se tiró al mar delante de la proa del barco, con camisetas en las que se podía leer “Stop Robo”. Los activistas colocaron una gran pancarta contra el expolio de los recursos saharuis y permanecieron una hora en el agua gritando consignas como: “Esta arena es robada”, “Autodeterminación, basta ya de explotación” o “Marruecos culpable, España responsable”.

Según ha declarado a DIAGONAL Loly Padrón, integrante de SaharAcciones, “la actuación de las autoridades portuarias tinerfeñas fue curiosa. Querían que nos manifestásemos hasta cansarnos, por eso no avisaron a la policía, que tardó en aparecer media hora. Todo para silenciar el tema”, relata.

El negocio del ladrillo.

Aunque el boom de la construcción ha caído, el colectivo SaharAcciones ha documentado que al menos dos cargueros repletos de arena saharaui llegan al mes a los puertos de Canarias. Pero “no hay manera de saber que día recalan. No aparecen en la página web de información del puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde sí se registran el resto de barcos allí atracados”, explica Padrón. La razón, –aclara la activista– es que “el comercio de arena procedente del Sahara ocupado es ilegal, como reconoce la propia ONU, porque el Sahara Occidental es aún zona en periodo de descolonización”.

El grupo SaharAcciones ha llevado a cabo varios actos de protesta para denunciar el expolio de recursos y en apoyo al pueblo saharaui. En septiembre de 2010 una de sus integrantes, Carmen Roger, fue brutalmente agredida en El Aaiún marroquí por policías y colonos durante un encuentro con saharauis. El primer destinatario de las arenas saharauis es el Estado español, seguido de Cabo Verde y Portugal, junto con otros países de la UE. Pero la mayoría se queda en Canarias. Allí es un secreto a voces quiénes se benefician de este recurso natural de la ex colonia española.

Las asociaciones de solidaridad con el pueblo saharaui de Canarias señalan la complicidad en este asunto entre políticos y empresarios como Antonio Plasencia, constructor y representante de los empresarios del ladrillo de Tenerife, a quien se le ha adjudicado la construcción del Puerto de Granadilla, tras una maniobra de Coalición Canaria para desproteger la seba, una especie endémica de las islas, que impedía su ejecución. Las mismas fuentes apuntan también a Ignacio González, presidente de la CEOE de Tenerife, con negocios inmobiliarios, y cuyo hijo es diputado de Coalición Canaria.

Expolio de recursos.

No son sólo los acuerdos pesqueros con Marruecos los que permiten a países de la UE contar con uno de los mayores caladeros de pesca en aguas del Sahara ocupado, también las areniscas engordan el negocio del ladrillo. Este preciado recurso es trasportado por la empresa Arabella Enterprise, propietaria de los cargueros, que lo almacena en silos de Proyecto Dover S.L. de Tenerife, y Granintra S.A., de Las Palmas, para hacer cementos, morteros y otros materiales de construcción. El Observatorio de Recursos del Sahara Occidental (WSRW por sus siglas en inglés), cuenta con delegaciones en 27 países y ha elaborado un listado de empresas que se aprovechan de este recurso. Un negocio ilegal que reporta miles de millones de euros a Marruecos y cuyo destino también son las playas canarias, ‘restauradas’ con la arena dorada. La conocida playa de Las Teresitas en Tenerife, artificial, fue construida con arenas del desierto saharaui en 1971.

Entonces, el Sahara aún era colonia española y se invirtieron 50 millones de pesetas para traer ese material hasta la isla, para sustituir la arena negra de origen volcánico. Entonces se descargaron 70.000 toneladas. Más tarde, en 1998 se volvió a rellenar esta playa con 140.000metros cúbicos que costaron 400 millones de pesetas. Hoy esa operación se sigue repitiendo. En 2010, el Observatorio de Recursos del Sahara Occidental propuso al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, la creación de un organismo internacional que controlase la explotación de los recursos naturales del Sahara Occidental ante el “robo” de los mismos por parte de Marruecos, pero nada se ha hecho.

Esta organización denuncia que estas actividades económicas de Marruecos violan varias resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas y de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos, entre otros organismos, porque la explotación de esos recursos naturales “no se realiza en provecho de la población saharaui”.

Mientras, más de 240.000 refugiados esperan en el desierto de Argelia, en la hamada, una solución internacional a la ocupación de su territorio que ya dura 36 años.

Fuente: diagonalperiodico.net

No hay comentarios:

Publicar un comentario