miércoles, 16 de marzo de 2011

Entrevista a Mohamed Hallab.

ME LLAMO MOHAMED YAHADIH, CONOCIDO POR MOHAMED HALLAB. LLEVO A CABO ESTA LUCHA PARA PODER VISITAR A MI FAMILIA QUE SE ENCUENTRA EN LAS ZONAS OCUPADAS.ME LLAMARON DESDE LA MINURSO (MEDIDAS DE CONFIANZA) PARA PREPARARME PARA IR DE VISITA AL AAIÚN CON UN GRUPO DE PERSONAS DE LOS CAMPAMENTOS DE REFUGIADOS EN EL PROGRAMA DE INTERCAMBIO DE VISITAS.

Me pidieron firmar unos documentos en los que prometo no realizar ninguna actividad política o de otra índole que no sean la visita a mi familia. Firmé y me preparé para la visita. Avisaron a mi familia y mi padre, que tiene un sueldo de 90 euros mensuales, gastó todo su sueldo y ahorros para preparar mi recibimiento. Mi madre está delicada de salud pero se animó mucho porque iba a verme después de ocho (8) años.Unas horas antes del viaje me anuncia la MINURSO que no puedo viajar porque estoy perseguido por la ley marroquí por haber levantado la bandera de la R.A.S.D. hace 8 años en las zonas ocupadas. Me impresioné y les dije que eso es imposible porque todos los saharauis que han viajado en el Intercambio de Visistas han alzado las armas en contra de Marruecos y eso no les impidió viajar y visitar a sus familias. Yo no qiero visitar Marruecos, sino el SÁHARA, MI TIERRA, DONDE VIVE MI FAMILIA. Ante todo esto decidí llevar a cabo una huelga de hambre hasta poder visitar a mi familia. HOY ES EL SÉPTIMO DÍA de mi huelga. MINURSO no le dieron importancia a mi situación. Al segundo día de mi huelga me desmayé y gracias a unos médicos del Ministerio de Salud Saharaui, que vinieron y me colgaron un suero glucosalado y me trataron hasta que me recuperé, y proseguí con mi huelga de hambre. En todo esto los de la MINURSO no se preocuparon ni por mi salud ni por mi situación. HAGO UN LLAMAMIENTO A TODOS LOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS Y A TODOS LOS AMANTES DE LA PAZ para movilizarse y presionar para que pueda ver a mi familia, y especialmente a mi madre que está delicada de salud.

En Rabuni, sede MINURSO, 12 de marzo de 2011, por Ah. Fadel El Rubio y E. López.

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